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El primer vertebrado terrestre no andaba,saltaba.

El primer vertebrado terrestre no andaba,saltaba.

Hace 360 millones de años, los primeros vertebrados decidieron cambiar su entorno acuático por la tierra, en la que no tenían competencia. Hasta ahora se ha creído que los primeros en dar ese cambio eran unos tetrápodos primitivos ya extintos, los ’Ichthyostega’, pero ha sido ahora cuando se ha podido averiguar exactamente cómo se movían. Para sorpresa de los investigadores, no caminaban, sino que se impulsaban a pequeños saltos.

Para averiguar con precisión cómo se desplazaban, tres investigadores británicos, de la Universidad Veterinaria Real de Londres y de Cambridge, han logrado reconstruir en tres dimensiones las articulaciones de aquellos tetrápodos del Devónico y, gracias a un modelo informático, han recreado también sus movimientos.

Los científicos, dirigidos por Stephanie E. Pierce, emplearon tres largos años en tomografiar fósiles de ’Ichthyostega’ en diferentes posiciones. También lo hicieron con animales actuales emparentados o similares, como las salamandras, los cocodrilos o las nutrias. Algunos los llegaron a diseccionar para ver cómo eran los tejidos musculares.

Hasta ahora, la ciencia ha considerado al ’Ichthyostega’ como el organismo de transición entre los vertebrados acuáticos y los terrestres, y se les atribuía una locomoción a cuatro patas, apoyando todas las plantas, similar a la de las salamandras.

Reconstruyen un fósil de pingüino de 25 millones de años atrás.

Pingüinos en su compleja actividad.

Después de 35 años, un fósil de pingüino ha sido por fin reconstruido completamente, dando a los investigadores nuevos datos sobre ladiversidad de los pingüinos prehistóricos.


Los huesos fueron recolectados en 1977 por elpaleontólogo Ewan Fordyce, de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. En 2009 y 2011, Dan Ksepka, profesor de ciencias atmosféricas, marinas, y de la tierra, en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y Paul Brinkman, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, viajaron a Nueva Zelanda para ayudar en lareconstrucción del fósil de pingüino.


Los investigadores le han dado el nombre de Kairuku, una palabra maorí que se traduce aproximadamente como "el que se zambulle y regresa con comida". Ksepka estaba interesado en el fósil porque la forma corporal de éste es diferente a la de cualquier otro pingüino conocido, vivo o extinto. También estaba interesado en la diversidad de las especies de pingüinos que durante el período Oligoceno, hace unos 25 millones de años, vivieron en lo que hoy es Nueva Zelanda.

En aquella época, la ubicación era estupenda para los pingüinos en términos de alimentación y seguridad. La mayor parte de Nueva Zelanda estaba bajo el agua por aquel entonces, existiendo sólo islas aisladas y rocosas que mantenían a los pingüinos a salvo de depredadores potenciales y les daban una fuente de alimento abundante.

El Kairuku...

El Kairuku representa una de al menos cinco especies diferentes de pingüinos que vivieron en Nueva Zelanda durante el mismo período. La diversidad de especies es parte de lo que hizo difícil la reconstrucción, y a esto se sumó el físico único del pingüino.

Los investigadores reconstruyeron al Kairuku a partir de dos fósiles distintos, usando el esqueleto de un Pingüino Rey actual como modelo. El resultado es un pingüino de gran tamaño (de unos 130 centímetros de altura, o 4 pies con 2 pulgadas) provisto de un pico alargado y aletas también largas, que sin duda fue el más grande de entre las cinco especies de pingüino que eran comunes en la zona durante aquella época.

monte submarino

www.zonaverde.info : Científicos descubren un monte submarino de alto valor ecológico frente a las costas de Málaga
Científicos descubren un monte submarino de alto valor ecológico frente a las costas de Málaga  

Científicos del Instituto Español de Oceanografía, liderados por Juan Gil Herrera, han encontrado un conjunto de hábitats "de muy alto interés ecológico y de una gran diversidad biológica" en los fondos marinos de uno de los montes submarinos más singulares, situado frente a las costas de Málaga, informó hoy el instituto.

Este grupo de científicos españoles ha analizado minuciosamente la cumbre de un monte submarino en el mar de Alborán, que forma parte de un conjunto constituido por cuatro montes que se agrupan bajo el topónimo de Banco de Djibouti. El monte submarino ahora estudiado, cuyo nombre invoca a la localidad andaluza de Algarrobo, tiene una altura de unos 600 metros con respecto al fondo marino que le circunda.

Su cumbre, ligeramente aplacerada, se encuentra a unos 260 metros de profundidad y su superficie es equivalente a la de tres campos de fútbol. Sobre ella se desarrollan un conjunto de hábitats de muy alto interés ecológico y de una gran diversidad biológica. Este hallazgo se ha producido durante la campaña de investigación oceanográfica DEEPER 2007-2009 en aguas del Mar de Alborán, que ha finalizado la pasada semana en el puerto de Málaga.

Descubren en México un ecosistema intacto desde hace 90 millones de años

Un grupo de científicos ha descubierto en el desierto de México varias pozas en las que se conservan vivas y sin ningún tipo de alteración las criaturas que poblaban los mares de la tierra hace 90 millones de años, según informaron fuentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El terreno que ocupan las pozas de Cuatrociénagas, un valle montañoso situado en el norteño estado de Coahuila, se abrió por primera vez al mar hace 200 millones de años y se cerró hace 90 debido a movimientos geológicos, indicaron los científicos.

Desde entonces las especies que habitaban la zona han continuado existiendo en las mismas condiciones ambientales, sin sufrir alteraciones en su entorno acuático, explicó la responsable del instituto de Ecología de la UNAM, Valeria Sousa.

Estos seres han resistido sin ser desplazados por las especies contemporáneas gracias a que el ecosistema que habitan son las aguas continentales con menos fósforo que se conocen en la Tierra. Esto convierte el agua de Cuatrociénagas en inhabitable para las especies biológicas actuales, que requieren de este elemento químico para su supervivencia.

Miles de pequeñas criaturas

En total, en las aguas de Cuatrociénagas se han detectado desde que comenzaron las pesquisas 17.000 especies de virus de aguas marinas, todas nuevas para la ciencia, y otros seres como bacterias, crustáceos, peces y diatomeas.

Sousa comparo esta zona del desierto mexicano con las islas Galápagos, pues al igual que en éstas sus criaturas se han mantenido al margen de la evolución que afectó al resto de seres.

Este hallazgo es fruto de siete años de investigaciones sobre el terreno en las que han participado investigadores de la UNAM, diversas universidades de Estados Unidos y México y, hasta 2003, personal de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).

 

 

Una de las pozas estudiadas.

El cambio climático actual no afectará a reptiles y anfibios hasta pasados miles de años

Estas especies con poca movilidad responden de forma retardada al calentamiento global, al contrario que otras como los pájaros o las mariposas.

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la riqueza de especies de anfibios y reptiles existentes en la Europa actual se explica por los cambios climáticos que se dieron en el Cuaternario.

Esto quiere decir que la distribución de estas especies con poca capacidad de dispersión estaría aún afectada por el clima de la última glaciación, hace 21.000 años, por lo que su respuesta al cambio climático sería retardada.

El estudio, que se publica en el número de febrero de la revista Ecography, indica que en el sur de Europa, las especies endémicas continúan estando delimitadas por las áreas que no superaban los cero grados centígrados de media anual en el último periodo de glaciación, hace 21.000 años.

Por el contrario, las áreas que en la actualidad presentan temperaturas medias inferiores a cero grados centígrados son las que limitan la distribución de las especies más comunes.

Capacidad o no de dispersión

El estudio, dirigido por el investigador del CSIC Miguel Araújo, asegura que la teoría de la lenta respuesta al cambio climático entraría en conflicto con los modelos actuales de impacto del cambio de clima en las especies porque se asume que la adaptación de las especies a estos cambios actuales y futuros será rápida.

Para el científico del CSIC, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid, "una respuesta rápida al cambio de clima podría ser cierta para algunas especies que tienen habilidades de dispersión, como los pájaros y las mariposas, pero lo que el estudio demuestra es que éste no es el caso de los reptiles y los anfibios, especies con menos capacidades de dispersión, que se encontrarán más expuestas al cambio climático en el futuro".

"Nuestros análisis contradicen estudios previos sobre la diversidad de especies a gran escala y apoyan la perspectiva de que el clima pasado puede contribuir a la riqueza de las especies actuales con independencia del clima contemporáneo, o al menos tanto como el clima actual", relata Araújo.

Araújo señala que una nueva generación de modelos de predicción del impacto del cambio del clima en la biodiversidad tendría que incluir datos sobre cómo las especies sobrellevaron los cambios climáticos en el pasado. "Desatender esta información dará lugar a predicciones que pueden ser optimistas, como predecir la persistencia de especies que se extinguirán, o pesimistas, como predecir extinciones cuando las especies son, en realidad, capaces de sobrevivir", advierte el investigador del CSIC.

Los lobos grises de las Rocosas se salvan de la extinción

Los lobos grises de las Rocosas se salvan de la extinción

Las autoridades de EEUU han sacado la especie de la lista de amenazadas | Desde 1995 la población de las manadas ha aumentado a un ritmo del 24% anual.

La población de lobos grises en las Montañas Rocosas, en el estado de Montana, se ha recuperado tras décadas de esfuerzos para evitar su extinción y ya no necesita medidas de protección, informó hoy el Gobierno de Estados Unidos.

Las manadas han superado "con creces" su recuperación y su número continúa aumentando, informó la subsecretaria del Interior, Lynn Scarlett, en una declaración en la que anunció que los animales han sido sacados de la lista de especies en peligro de extinción.

Los lobos grises poblaron virtualmente todo el territorio de este país y Canadá desde antes de la llegada del hombre blanco. Sin embargo, ya para el decenio de 1930 habían desaparecido del norte de las Montañas Rocosas y el sudoeste de Canadá.

Crecimiento sostenido

Como resultado, el Gobierno de EE.UU. los declaró en peligro de extinción en 1973, y en 1995 se reintrodujeron en esa zona 66 ejemplares en un esfuerzo por alentar su recuperación. Fuentes del Servicio de Pesca y Vida Animal de Estados Unidos indicaron que se han contabilizado más de 1.500 ejemplares en los estados de Montana, Idaho y Wyoming, incluyendo 107 parejas de cría.

Añadieron que desde 1995 el aumento en la población de lobos grises ha sido de 24 por ciento anual. El mínimo de recuperación para los lobos grises en el norte de las Montañas Rocosas era de 30 pares de cría y 300 individuos durante al menos tres años consecutivos y esa meta se logró en 2002, dijo el Departamento del Interior.

Sin embargo, grupos ecologistas señalaron que la exclusión de los lobos grises de la lista de especies en peligro de extinción es prematura y que su número debería llegar a entre 2.500 y 5.000 en los tres estados antes de que se les declare a salvo.

El nivel del Mediterráneo subió en las costas españolas hasta 16 centímetros desde 1990

El nivel del Mediterráneo subió en las costas españolas hasta 16 centímetros desde 1990

El nivel del mar Mediterráneo subió de media entre 4 y 16 centímetros desde 1990 hasta 2005 en las costas españolas y podría ascender entre 25 centímetros y medio metro en los próximos 50 años si se produjera el ascenso de las temperaturas que prevén los expertos debido al cambio climático.

Estas son las conclusiones de un estudio del Instituto Español de Oceanografía (IEO), presentado hoy, que ha analizado por primera vez la evolución de nivel, la temperatura, y la salinidad del agua del Mediterráneo español, a partir de observaciones realizadas durante más de medio siglo -desde 1948- con métodos científicos.

Manuel Vargas, coordinador de la investigación, ha afirmado que la tendencia observada de ascenso del Mediterráneo está "en consonancia con los peores resultados" de los estudios sobre el cambio climático y señaló que las predicciones en el aumento del nivel "están condicionadas por lo que hagamos" para luchar contra el cambio climático.

Las predicciones que advierten sobre estos riesgos se expusieron también recientemente en Valencia, durante la XXVII reunión del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, IPCC, dependiente de las Naciones Unidas.

Las predicciones, de cumplirse, tendrían consecuencias muy serias en las zonas litorales bajas, incluso en el caso de un aumento menor del nivel del mar, y catastróficas si se produce un incremento de medio metro, según el Ministerio de Educación y Ciencia.

El informe concluye que el nivel del mar aumentó menos de la media en los últimos cincuenta años -ocho centímetros en el caso del mar de Alborán, en Málaga-, ya que aunque desde los 90 ha ascendido a un ritmo de entre 2,5 milímetros y un centímetro al año, entre las décadas de los 50 y los 90, el nivel había descendido.

El descenso del nivel hasta los años noventa se debió a una rara subida de la presión atmosférica.

"Como si fuera un tubo de pasta de dientes, donde sale la pasta al apretar", cuando se ejerce presión sobre el mar, el agua del Mediterráneo "tiende a salir por Gibraltar", que es como "el tapón del tubo", ha explicado Vargas.

La disminución de esta presión a partir de los noventa y el ascenso de las temperaturas en la misma década provocaron el acusado aumento del nivel del mar.

La temperatura del aire sobre el Mediterráneo y de sus aguas superficiales también experimentaron un fuerte ascenso a partir de mediados de los 70.

Las aguas superficiales aumentaron de media su temperatura cada año entre 0,12 y 0,5 grados entre 1948 y 2005, mientras que, en profundidades intermedias, el termómetro subió entre 0,05 y 0,2 grados y en las aguas profundas, entre 0,03 y 0,1 grados.

"Estas variaciones pueden parecer pequeñas", ha afirmado Vargas, "pero hay que tener en cuenta que se requiere una cantidad de calor gigantesca para producir un aumento de las temperaturas en las aguas profundas".

Los datos también muestran un aumento de la salinidad del mar, debido al descenso de las precipitaciones y de las aportaciones de agua dulce que los ríos del litoral hacen al mar.

Un reino submarino de corales fríos

Un reino submarino de corales fríos

Un pequeño submarino tripulado se ha introducido en las profundidades de un estrecho cañón del Mediterráneo para levantar acta de la rica comunidad de corales que puebla su fondo marino. Ocurrió en septiembre pasado, en una expedición comandada por un equipo del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC en el cañón del cabo de Creus (Girona), de 20 kilómetros de longitud y 6 de anchura. Ahora empiezan a conocerse algunos resultados científicos.

Los biólogos trabajaron a profundidades entre 190 y 400 metros, examinando esta zona de angostas y escarpadas paredes en la cual la vida acuática ha encontrado un excelente refugio, ya que la pesca de arrastre, la más destructiva, no puede acceder. Aun así, no está libre de amenazas. "Nunca había visto un mar con tantos trastos abandonados", exclamó en una inmersión el piloto del sumergible, el alemán Jürgen Schauer.

El submarino, de nombre Jago y alquilado a un instituto de la alemana Universidad de Kiel, suma ya más de mil inmersiones en mares de todo el mundo y sus reducidas dimensiones (viajan sólo dos personas) lo hacen idóneo para este tipo de misión. Sin embargo, como afirmaba el piloto, su tarea se vio dificultada por la gran cantidad de restos de alambres de pesca de palangre que han acabado sus días en los fondos del cañón del cabo de Creus. La base de operaciones de la expedición, con 12 investigadores y 14 tripulantes, era el buque oceanográfico García del Cid, un veterano de la flota del CSIC.

Con tantos residuos pesqueros no es extraño que uno de los primeros datos obtenidos sea la densidad de éstos. "Un promedio de un cable cada cinco metros", explica Josep-Maria Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y director de la campaña, junto a Covadonga Orejas. "Lo peor es que con las corrientes fuertes que hay dentro del cañón, los cables se mueven como un parabrisas de un lado a otro, barriendo todo lo que hay a su paso, estirando los corales hacia arriba y a veces arrancándolos". La principal conclusión científica de la campaña es haber constatado, en palabras del investigador, "un pico de vida" en esa zona de elevada profundidad, un entorno donde se aglutina una gran cantidad de fauna marina. La causa es la presencia de los llamados corales fríos o profundos, que forman bosques submarinos. Los científicos han medido una densidad de hasta 38 colonias por metro cuadrado, una cifra alta no muy lejos de las 56 colonias por metro cuadrado en zonas litorales de fuerte concentración.

Los corales fríos son muy distintos de los de los mares tropicales, que tienen colores vistosos y viven a poca profundidad. Los fríos prosperan en aguas con temperaturas de 4 a 12 grados centígrados y están a partir de 50 metros bajo el nivel del mar. Muchos son blancos, ya que la carne es transparente y deja a la vista sus esqueletos de carbonato cálcico, como el grupo que domina el cañón del cabo de Creus, la Madrepora oculata.

El equipo del CSIC ha determinado con exactitud el hábitat de máxima densidad de estos animales marinos arborescentes: entre 190 y 220 metros de profundidad, en zonas con cantos rodados. Su altura ronda el medio metro, y Gili calcula que "pueden incrementar su tamaño en un 50% en menos de un año".

Otro hallazgo ha sido la observación de copiosos enjambres de una especie mediterránea de krill, pequeños crustáceos que sirven de alimento a las ballenas. "Sólo he visto una densidad así en la Antártida", dice Gili.

La abundancia de krill apoya las teorías del fallecido Ramón Margalef, pionero de la investigación marina, sobre la presencia de ballenas en el Mediterráneo. Él defendía que las ballenas entraban por el mar de Alborán y seguían hacia el norte por la plataforma continental hasta el golfo de León. La hipótesis requería que existiese krill que les sirviese de alimento en el fondo de los cañones submarinos del Mediterráneo español, lo que ahora empieza a corroborarse.

Y no sólo hay vida minúscula en el cañón. Se han documentado también especies mayores, de importancia comercial, como langostinos, calamares, peces sable o merluzas. Encuentran allí un hábitat temporal adecuado para la reproducción y puesta de huevos, que quedan protegidos de los depredadores entre sus paredes y bosques de coral. Además, cuando las larvas eclosionan, tienen alimento cerca.

Estas constataciones han sido posibles gracias a que el submarino otorga autonomía suficiente (las inmersiones duran hasta cinco horas) para acercarse a las paredes del cañón, donde se da la mayor explosión de vida. También permitió tomar decenas de muestras coralinas que ahora crecen en acuarios experimentales con surtidores de agua salada que mana constantemente para reproducir el movimiento de las corrientes. Estos acuarios están en una cámara oscura y estanca, refrigerada a una temperatura constante de 11 grados, en los sótanos del Instituto en Barcelona, y se les alimenta con zooplancton. Tan cuidada es la reproducción de su entorno, que algunos ya crecen a toda velocidad. Casi como si continuaran en el cañón.

Hallan nuevas especies de zarigüeya pigmea y de rata gigante en Indonesia

Hallan nuevas especies de zarigüeya pigmea y de rata gigante en Indonesia Científicos indonesios y estadounidenses afirman haber descubierto durante su última expedición en Indonesia dos nuevas especies de mamíferos, entre ellas una rata gigante nunca vista antes, informó ayer el grupo Conservación Internacional.

El roedor tiene un tamaño hasta cinco veces superior al normal y pesa casi dos kilos, no teme al ser humano e incluso fue visto varias veces por el campamento base de los investigadores, indicó Kristofer Helgen, del prestigioso Instituto Smithsonian, con sede en la capital de Estados Unidos.

Además, los científicos también hallaron una nueva especie de zarigüeya pigmea, el marsupial más pequeño del mundo. «Es esperanzador saber que existe un lugar en la Tierra tan aislado que sigue siendo dominio total de la naturaleza salvaje», comentó el líder de la expedición, Bruce Beehler.

La expedición, en la que también colaboró el Instituto de Ciencias de Indonesia, tuvo lugar en la región montañosa de Foja, en la mitad occidental de la isla de Papúa, que Beehler calificó de auténtico «Jardín del Edén» cuando estuvo allí por primera vez, en febrero del 2006.

El Gobierno ha declarado el área zona protegida y ayuda a Conservación Internacional a promover esfuerzos entre las comunidades locales para instarles a preservar el medio ambiente.

Indonesia es el país con la mayor tasa de deforestación mundial, cada año pierde cerca de 1,9 millones de hectáreas de sus bosques y ha destruido casi el 72% de la selva original del vasto archipiélago, según datos del grupo ecologista Greenpeace.

Los científicos creen que quedan por descubrir decenas de nuevas especies de flora y fauna en los bosques tropicales de Papúa, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo.

Bandadas de cotorras argentinas y tórtolas anidan en los jardines

Al principio eran unos simpáticos loros pero con sus continuas molestias han dejado de serlo. Los vecinos de Cartagena ya no se extrañan al encontrarse merodeando por las palmeras de la Alameda, los Héroes de Cavite y los árboles de parques como el de los Juncos y Antonio Vallejo -en el Cartagonova- a decenas de cotorras argentinas (una especie de pájaros similares a los loros, aunque de menor tamaño).

Estas aves, de cola larga, alas puntiagudas y de borde azul, la garganta, mejillas y frente gris claras y el resto del cuerpo verde, ya forman parte del paisaje de Cartagena. Su rápida proliferación se ha convertido en un quebradero de cabeza para los expertos, quienes alertan de que podrían convertirse en los próximos años en una plaga similar a la de las palomas.

Hace un siglo que este ave empezó a colonizar Europa y llegó a establecerse en España. Poco a poco ha ido desplazándose a ciudades del sureste español, como Murcia, Almería y Cartagena. Suele vivir en estado salvaje. Es una ave pacífica y cariñosa pero destructiva y ruidosa para el Medio Ambiente. Sus pesados nidos dañan las ramas de los árboles de la ciudad, desplazan otras especies de pájaros y dañan las pequeñas cosechas de los jardines de la ciudad.

«Estos pájaros buscan climas templados, por ello se han adaptado tan bien a las condiciones climáticas de esta zona, y se han terminado estableciendo en Cartagena», explicó Antonio Hernández, ornitólogo de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse).

El problema se agudiza cuando la sociedad comienza a tener conciencia de la naturaleza: «Son especies de animales silvestres que deberían de estar en su lugar de origen, pero hay individuos que las adquieren en el mercado y las liberan o son las mismas aves las que se escapan. Al alimentarse de una gran cantidad de vegetales y frutas es probable que en el futuro se originen problemas para la agricultura», añadió Antonio Hernández.

Aunque es difícil determinar su número aproximado, en la ciudad hay unos pocos centenares de cotorras, aunque «no hay una estimación precisa del número de cotorras que hay en la ciudad», puntualizó Hernández.

La cotorra no es la única especie que se encuentra descontrolada en esta zona de la península. Ésta, junto a la tórtola turca, ha colonizado los árboles y aledaños de los parques de Cartagena.

«Tenemos una población de un millar de tórtolas. Esta especie se encuentra en expansión, porque se reproduce constantemente. Por ahora ninguna de las especies supone un problema para los ciudadanos, aunque quizá en un futuro habrá que controlarlas para que no afecten a otro tipo de especies», manifestó el ornitólogo de Anse.

Actualmente en España la Sociedad de Ornitólogos está estudiando el impacto que pueda tener la tórtola turca en otras especies avícolas y se está realizando un seguimiento para observar los efectos que se producen.

Lo que está claro, según Anse, es que «por ahora ni la cotorra argentina ni la tórtola constituyen una plaga para Cartagena pero habrá que prevenir».

Baya es el primer lince ibérico liberado en Doñana después de ser trasladado desde Sierra Morena

Baya es el primer lince ibérico liberado en Doñana después de ser trasladado desde Sierra Morena

Técnicos de la Consejería andaluza de Medio Ambiente han soltado a primera hora de esta tarde, en la zona de Coto del Rey, en el norte de Doñana, a Baya, un macho de lince ibérico de tres años, trasladado desde Sierra Morena, que es el primero que se libera en este espacio protegido.

Esta suelta en libertad de Baya, que significa traslocación, según la terminología científica, es crucial para reforzar la población de menos de cincuenta ejemplares de lince ibérico que sobreviven en Doñana. 

Se trata, además, de la primera experiencia sobre el terreno para las futuras reintroducciones de este felino en puntos de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Portugal, previstas a partir de 2011.

Baya ha sido liberado provisionalmente en un cercado de dos hectáreas de extensión, rodeado por una valla de 3,5 metros de altura, para que se aclimate con vistas a su inmediato apareamiento con las tres hembras de la población de Coto del Rey, que este año ha perdido a sus cuatro machos como consecuencia de un brote de leucemia felina.

Japón suspende la caza de ballenas jorobadas

El Gobierno japonés anunció hoy que ha decidido suspender la caza de ballenas jorobadas, que iba a emprender este año por primera vez desde la moratoria impuesta en 1963 y que había creado una fuerte controversia internacional.

El ministro portavoz, Nobutaka Machimura, indicó que la caza de esas ballenas quedará suspendida mientras se negocia la reforma de la Comisión Ballenera Internacional, pero se mantendrá la llamada campaña científica para la captura de los otros cetáceos.

Los balleneros nipones tenían previsto cazar este año 50 ballenas jorobadas, además de 850 ballenas mink y medio centenar de ballenas de aleta pretextando fines científicos, pero su campaña ha estado rodeada este año de una especial controversia.

El Gobierno de Australia decidió vigilar con barcos y aviones en la inminente campaña anual de los balleneros japoneses, en una operación dirigida desde la nave "Oceanic Viking", para demostrar que no hay fines científicos en la campaña nipona. El hecho de que los japoneses anunciasen su decisión de capturar este año la especie protegida de ballena jorobada no hizo más que azuzar las críticas.

La ballena jorobada, también conocida como yubarta, es un cetáceo de 40 toneladas de peso que pude llegar a medir 20 metros, con un cuerpo característico que recuerda a una joroba. Esta especie es una de la especies más observadas por los turistas que contratan empresas de avistamiento de ballenas en todo el mundo, una industria que genera millones de dólares cada año.

Un estudio alerta sobre la desaparición de los arrecifes y sus dramáticas consecuencias

El aumento de dos grados en la temperatura de las aguas de los océanos provocará la desaparición de los arrecifes de coral y pondrá en peligro los medios de subsistencia y la vida de decenas de millones de personas, según un estudio aparecido en la revista Science.

El trabajo, realizado por un grupo de 17 científicos de siete países, señala que la mayoría de los arrecifes de coral no sobrevivirán el aumento de 2 grados en la temperatura que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC, en sus siglas en inglés) estima como el escenario más optimista para el próximo siglo.

El profesor Peter Sale, un científico canadiense de la Universidad de las Naciones Unidas que ha participado en el estudio, ha explicado que la combinación de la subida de las temperaturas y el aumento de la acidez del agua provocará la desaparición segura de los arrecifes de coral. "Incluso en el escenario más optimista, el futuro es muy problemático", ha declarado Sale.

Los castores vuelven a Españas después de tres siglos

Hay castores en España. Tres siglos después de que se diera por extinguido, este roedor, voraz, cometroncos y protegido, ha vuelto. Al menos en la cuenca del Ebro, en el río Aragón y en el Cidacos, hay pruebas de la existencia de una colonia que fue reintroducida sin permiso aparentemente por activistas centroeuropeos. Para evitar precedentes, Navarra y La Rioja, con permiso del Gobierno y de la Comisión Europea, ultiman un plan para erradicar todos los ejemplares. La decisión es polémica porque aunque se considera una reintroducción ilegal, en el pasado el castor sí ocupó esos ríos. Además, está protegido por la UE. La asociación pro castor belga Pays des Castors ha denunciado el caso al Defensor del Pueblo español.

En marzo de 2005, mientras estudiaba el visón europeo, el biólogo Juan Carlos Ceña detectó troncos aserrados en los márgenes del río Aragón, cerca de la confluencia con el Ebro. En los municipios de Milagro (Navarra) y Alfaro (La Rioja) hallaron "tala de árboles, restos de forraje, pisadas, madrigueras, toboganes, excrementos y marcas de castoreum [su secreción olorosa]", según el estudio que publicó en la revista de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (Secem). Los troncos estaban cortados, afilados como un lápiz, como en un dibujo animado.

No había duda: el castor europeo (Castor fiber) estaba de regreso. Borja Heredia, del Ministerio de Medio Ambiente, confirma la importancia del dato: "El castor se dio por desaparecido en el siglo XVII, con la aparición de las armas de fuego, ya que era perseguido por la carne y la grasa".La vuelta del castor sería una buena noticia para las administraciones si hubieran vuelto de forma natural. Pero no fue así, sino que en marzo de 2003 un grupo ecologista centroeuropeo liberó 18 ejemplares criados en cautividad en Baviera (Alemania) en el cauce del Aragón, según Ceña. Los castores se adaptaron, se reprodujeron, royeron choperas y frutales y han causado daños en Calahorra y Logroño.

En junio pasado, Navarra y La Rioja llevaron el caso al Comité de Flora y Fauna, que reúne a técnicos de las comunidades con el ministerio. "Hubo acuerdo en que había que erradicarlos", señala Heredia. Pero había un problema. El castor europeo está protegido por la UE. El ministerio consultó a la Comisión Europea qué podía hacer: por un lado, no es especie invasora, ya que en la cuenca del Ebro hubo castores hasta al menos el XVII. Por otro, el castor no llegó de forma natural, sino sin permiso.La Comisión dio el visto bueno a la erradicación.

La asociación belga Les Pays des Castors niega ser responsable de la introducción del castor. "No sabemos quién fue, pero si algún español soltó castores merece una condecoración", dice Olivier Rubbers, del grupo. "Da igual si fueron liberados o si llegaron de forma natural. Es una especie protegida que hace siglos crió allí y el Gobierno debería alegrarse"